¡Buenas a todos!
Hoy, coincidiendo con mi entrada Nº20, queiro lanzar este post centrándomelos en la ciudad de Valladolid. La cual de forma imprevista ha generado un impacto en mi vida con el que no habría contado.
Llegué en el año 2014, de rebote. Yo quería ir a Madrid a estudiar el grado en Comercio, pero las cosas que nos tiene deparadas el destino hizo que me fuera imposible realizarlo allí, y acabé deprisa y corriendo, llegando un mes tarde a clase (por la diferencia del calendario universitario en las dos comunidades) y sin piso donde dormir. La primera suerte que tuve, fue el grado universitario en sí, que fue todo un acierto y para el que solo tengo elogios vistas las perspectivas que tenía puestas sobre el futuro. La segunda, fue dar con un compañero de piso, Jose y poco después se nos unió Fernando, con los que compartí prácticamente toda mi etapa universitaria; qué momentos... Nos pasó de todo, desde imitar a los "Boston Red Sox" (mejor que solo lo entiendan ellos), hasta ver una increíble experiencia a lo "Rocco Siffredi" en la puerta de casa (también mejor que solo lo entiendan ellos). Tras estos increíbles 4 años, por fin logré mudarme a Madrid, trabajando con el Banco Santander y, con perdón de la expresión, en la puta hora.
Tras ello, nuevamente la suerte, por tercera vez, hizo que estando a punto de recalar en La Coruña acabase en Valladolid donde comencé a trabajar en Decathlon dando con un equipo humano increíble. Y, una vez más, Valladolid me ha brindado el dar con mi pareja, Susana que solo ella sabe lo agradecido y afortunado que me siento por ello y el apoyo que me está brindando en esta nueva etapa, y en todas las que se den.
No obstante volví a alejarme una vez más de Valladolid para nuevamente, volver a recalar aquí para cursar el máster de profesorado el cual llevaba tiempo detrás de él y por fin he dado el paso de poder cursarlo.
Por todos estos motivos, gracias, me has sorprendido Pucela.
¡Hasta la próxima!
Hay sitios donde vivir que son bonitos, feos, grandes, pequeños…… pero lo que realmente hace que los lugares en donde habitamos sean especiales, y nos hagan sentirnos a gusto con nosotros mismos y con nuestro entorno, son las personas de las que nos rodeamos en estos lugares. Da igual lo maravilloso que pueda ser un lugar determinado. Si la compañía no es buena, no será nuestro sitio donde ser felices. Son las personas las que marcan la diferencia, y no los lugares
ResponderEliminarEres un fenomeno, tu valor y entrega con el trabajo sólo se ve superada por tu grandisimo valor humano. Te conocí cuando eras un microbio , no pasarías de 30 kg, aunque eras un pesao que solo querias ir en mis hombros.... y ahora mira ... un besazo muy grande Borja, lo que te propongas lo lograrás.
ResponderEliminarMe ofrezco a explicar a todo el que quiera las anécdotas de las que hablas
ResponderEliminarY alguna más también, que mal desde luego que no lo pasamos!
Hay cosas que es mejor que permanezcan en nuestra memoria jaja
EliminarQue tiempos!
En esos años en Valladolid vivimos absolutamente de todo. Los HIIT que me comí contigo marcaron mi vida
ResponderEliminar