¡Buenas a todos! Hoy, coincidiendo con mi entrada Nº20, queiro lanzar este post centrándomelos en la ciudad de Valladolid. La cual de forma imprevista ha generado un impacto en mi vida con el que no habría contado. Llegué en el año 2014, de rebote. Yo quería ir a Madrid a estudiar el grado en Comercio, pero las cosas que nos tiene deparadas el destino hizo que me fuera imposible realizarlo allí, y acabé deprisa y corriendo, llegando un mes tarde a clase (por la diferencia del calendario universitario en las dos comunidades) y sin piso donde dormir. La primera suerte que tuve, fue el grado universitario en sí, que fue todo un acierto y para el que solo tengo elogios vistas las perspectivas que tenía puestas sobre el futuro. La segunda, fue dar con un compañero de piso, Jose y poco después se nos unió Fernando, con los que compartí prácticamente toda mi etapa universitaria; qué momentos... Nos pasó de todo, desde imitar a los "Boston Red Sox" (mejor que solo lo entiendan ello
¡Buenas a todos! En la entrada de hoy quiero realizar una pequeña reflexión sobre cómo podría ser la educación en el año 2030. Lo primero que me vino a la mente reflexionando sobre este tema es cómo no puede ser de otra forma el increíble avance de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad, las TICS. Creo que van a tener un papel fundamental en el aula. Esto sin duda va a traer un cambio estructural en las clases, su diseño, metodología y formas de impartirlas en general, convirtiendo los centros educativos en centro interactivos. Esto puede generar una serie de potentísimas herramientas a disposición del docente que bien explotadas puede dar lugar fomentar de una forma más practica la enseñanza en las aulas, acercándonos al mundo competencial. Muchos años se lleva hablando de la explosión de esta serie de tecnologías que ya están enormemente desarrolladas pero sin embargo no se esta correspondiendo este avnace en el avance por igual en las aulas (tecnológicamente hablando). ¿Será es